A pesar de que un mayor número de experiencias están destacando la manera sostenible en que las mujeres utilizan la diversidad biológica, también es verdad que las mujeres asumen esta responsabilidad sin participar de forma equitativa en el acceso y control de los recursos. Hay una tendencia a ignorar los espacios de las mujeres en favor de los utilizados por los hombres, y los espacios no comerciales de la producción (mayoritariamente responsabilidad femenina), en favor de los espacios comerciales de la producción (sobre todo competencia masculina).